"¡Ahora la pintura ha muerto!". Al parecer, esta fue la reacción de Paul Delaroche, el famoso pintor del siglo XIX, al ver una de las primeras fotografías de su época. Pero, por supuesto, nada de eso ocurrió y los artistas continuaron prosperando, junto con un mercado creciente para la fotografía . Sin embargo, incluso hoy en día, algunos artistas conservadores siguen teniendo una opinión negativa sobre el uso de fotografías como ilustraciones; lo que implica que el uso de una fotografía es un atajo hacia una buena ilustración . ¿Es esto cierto o podemos considerar la fotografía desde una perspectiva más amplia, como una forma de ampliar los límites de la ilustración?
La fotografía como forma de arte
Muchos artistas consagrados, como Monet y Gauguin, no solo aceptaron la fotografía, sino que la utilizaron como un nuevo recurso tecnológico para impulsar su visión creativa. Maurice Sendak, creador del clásico «Donde viven los monstruos», experimentó con fotografías en libros infantiles con cierto éxito. Para todos estos artistas, las fotografías no eran meras reproducciones mecánicas; eran recursos visuales que podían ampliar su lienzo artístico con nuevas posibilidades.
Diferentes perspectivas
Existen ventajas prácticas y económicas al usar fotografías en lugar de ilustraciones para proporcionar elementos visuales a una narrativa. Una fotografía permite capturar a los sujetos desde ángulos inusuales y experimentar con la iluminación; también permite comprender los movimientos, algo que no siempre es posible con bocetos o ilustraciones. Un fotógrafo también puede trabajar en paisajes o lugares difíciles, insostenibles para un artista. Además de ofrecer una perspectiva diferente, las fotografías pueden ser más económicas de producir, ya que suelen ser más rápidas y suponen un ahorro considerable en utilería, modelos y recursos.
Más detalles
Dado que la cámara capta todo lo que entra en su marco, la fotografía es un medio muy generoso; es una forma muy eficiente de documentar el mundo que nos rodea. Además, las fotografías no solo capturan al sujeto, sino también cada detalle del fondo y del primer plano, sin la restricción de la cosmovisión del artista. Si bien algunos ilustradores han calificado esta característica de anárquica, lo cierto es que las fotografías también facilitan la edición y reorganización de las imágenes. Además, el uso de pies de foto y comentarios en las fotografías es una práctica habitual para contextualizar y guiar a los lectores.
Hoy en día, si bien tanto la fotografía como la ilustración han encontrado su nicho en el mundo artístico, la fusión de ambas ha dado lugar a una nueva forma de arte: la fotoilustración. Aunque aún está en sus inicios, la fotoilustración combina lo mejor de ambos mundos y es sin duda una actividad a tener en cuenta en el futuro.