A veces podemos oponernos al arte, pero cuando se trata de negocios puede generar una fortuna.
Hace años, algunas revistas pagaban enormes cantidades (de 800 a 1.600 dólares) a los artistas para trabajar en una sola página de ilustración, carteles de películas y ilustraciones complejas Para revistas . Pero ahora el precio de las ilustraciones ha bajado drásticamente. Desde su precio máximo, los precios se han desplomado a una quinta parte de lo que eran en aquel entonces.
¿Por qué ha sucedido esto? Esta es una pregunta muy importante, ya que su respuesta nos dará una idea de cuánto ha cambiado nuestra profesión.
Razón n.° 1: El declive de la impresión
Hace unas décadas, dependíamos de la impresión para obtener información. Era el medio dominante. Pero ahora esto ha cambiado. Los jóvenes artistas ven el mundo de la impresión como un trampolín para comenzar su carrera. Su enfoque principal está en los medios electrónicos. La mayoría no tiene experiencia en impresión y no se la toman muy en serio. La mayoría de estos jóvenes artistas trabajan bajo la supervisión de superiores que consideran las ilustraciones como un simple relleno.
Podemos hacer muy poco para cambiar el papel que desempeña la impresión en la sociedad. Pero sí podemos hacer mucho para mejorar la actitud de los artistas y lograr un cambio.
Razón #2: Ley antimonopolio
Hay algo que nos preocupa sobre todo. Es la fijación de precios. Nunca es fácil para los artistas reunirse y fijar precios para sus obras. Es posible que Condé Nast cree muchas revistas e imponga contratos crueles para subir el precio. Pero si dos artistas siguen el mismo ejemplo para fijar el precio de una portada, seguro que infringirán las normas. Incluso si aprendemos colectivamente a fijar el precio de una obra y a firmar contratos, cada artista debe negociar solo. Esto demuestra que ningún artista es mejor que su reputación.
Las empresas corporativas ofrecen precios altos a ilustradores de renombre. Sin embargo, esto puede perjudicar considerablemente a quienes están a punto de comenzar o desarrollar una carrera. La competencia recae sobre ellos, y las empresas aprovechan esta situación para reducir los precios.
Razón #3: Escuelas de Arte
Cada año, miles de estudiantes se gradúan de las escuelas de arte. Sin embargo, reciben poca información sobre formación artística y empresarial. Para sobrevivir, un artista debe contar con ambas habilidades. Los estudiantes están indefensos. Necesitan pagar sus préstamos estudiantiles. Así que, en lugar de negarse, se verían obligados a aceptar los trabajos de nivel inicial que se les ofrecen, incluso si el salario es bastante bajo. Sería beneficioso para los estudiantes de arte que las instituciones estuvieran dispuestas a brindarles la formación adecuada para mejorar sus habilidades artísticas y cómo venderlas en el mercado.
Razón #4: Libros de consulta
Durante la época en que los medios de comunicación eran menos influyentes, la única forma de que los artistas se dieran a conocer en el mercado nacional era a través de concursos con jurados compuestos por artistas veteranos o expertos. Los jurados examinaban cada obra y encontraban las raras imitaciones.
Los libros de consulta son una excelente manera de encontrar un buen artista. Ofrecen a los artistas principiantes la oportunidad de promocionar su trabajo. Sin embargo, esto también ha limitado los precios. Si un cliente no puede permitirse un artista de renombre, puede consultar el libro de consulta y encontrar a la persona adecuada que se ajuste a sus necesidades.
Cuando los ilustradores no pueden fijar sus propios precios, éstos se estancan.
Razón #5: Imitación
Hace tres décadas, los directores de arte y los críticos desaconsejaban los clones. Decían: «Tu obra se parece a Bob Peak. Podemos permitirnos Bob Peak. ¿Por qué deberíamos contratarte?».
La situación es diferente hoy. Ahora, desalentarían a Bob Peak: «Tenemos cien personas que pintan como tú. No podemos explicarle al cliente por qué vales más».
Razón n.° 6: Precios y pautas éticas
Las directrices sobre precios publicadas por la Artistas gráficos Los gremios son un recurso valioso, pero los clientes suelen malinterpretarlos. Muchos creen que los precios cotizados son las tarifas máximas. Sin embargo, estas pautas no son más que un reflejo del precio actual del mercado. Por lo tanto, debe basar sus tarifas en el promedio actual. De esta manera, podrá mantener su situación actual.
Ya es hora de repensar estas directrices.
Razón #7: Una fuerza laboral semiprofesional
Sin considerar que el mercado se está reduciendo, las escuelas de arte producen en exceso y dejan a los graduados en el mercado. Por lo tanto, también estamos produciendo ilustradores que trabajan a tiempo parcial. Para tener éxito en un entorno tan competitivo, los jóvenes artistas necesitan talento y originalidad. Algunos pueden superar la prueba del tiempo, pero otros fracasan estrepitosamente.
Hoy en día, existen muchas agencias que ofrecen trabajo a estos jóvenes artistas. Pero esto tiene un precio. A veces, estos artistas tienen que copiar un éxito de ventas o ir en contra de su ética. Además, reciben poco dinero. Debido a la falta de oportunidades, los jóvenes artistas se aferran a cualquier cosa que se les presente.
Razón #8: Casas de ilustración con descuento
No es en absoluto justificable culpar a las tiendas de descuento por el estancamiento de los precios de la ilustración durante las últimas tres décadas. Pero aun así, son parte de esta situación. Son oportunistas, como una infección parasitaria que debilita el sistema inmunológico. Si no tomamos medidas considerables para combatirlos a tiempo, pueden incluso poner en peligro nuestras vidas.